EXTRAÑOS EN UN TREN
Patricia Highsmith
Imaginemos que viajamos en un tren. Imaginemos que un desconocido entabla conversación de forma aparentemente casual y que, por pura cortesía, correspondemos. Sin que apenas nos demos cuenta, el diálogo se va volviendo cada vez menos trivial, las preguntas más íntimas y el interés del desconocido más morboso. Lo peor de todo es que, por alguna extraña razón que supera nuestro pudor y nuestro desprecio por aquel que tenemos enfrente, revelamos a ese individuo detalles de nuestra vida privada que luego le servirán para urdir un doble crimen en el que acabaremos por participar. Así se presenta el inicio de esta apasionante novela de suspense, que dio pie a la película homónima de Alfred Hitchcock. Con un admirable dominio del arte narrativo, Highsmith logra que cada uno se asome al abismo de lo irracional, de aquello que se oculta en lo profundo de la conciencia humana, desvelando la inquietante realidad de lo fácil
Patricia Highsmith
Imaginemos que viajamos en un tren. Imaginemos que un desconocido entabla conversación de forma aparentemente casual y que, por pura cortesía, correspondemos. Sin que apenas nos demos cuenta, el diálogo se va volviendo cada vez menos trivial, las preguntas más íntimas y el interés del desconocido más morboso. Lo peor de todo es que, por alguna extraña razón que supera nuestro pudor y nuestro desprecio por aquel que tenemos enfrente, revelamos a ese individuo detalles de nuestra vida privada que luego le servirán para urdir un doble crimen en el que acabaremos por participar. Así se presenta el inicio de esta apasionante novela de suspense, que dio pie a la película homónima de Alfred Hitchcock. Con un admirable dominio del arte narrativo, Highsmith logra que cada uno se asome al abismo de lo irracional, de aquello que se oculta en lo profundo de la conciencia humana, desvelando la inquietante realidad de lo fácil
que puede resultar despertar esa ignorada faz oscura.